Sabía que llevaba tiempo sin publicar en mi blog, pero ahora que acabo de acceder a él, me he quedado sorprendida del tiempo que ha pasado desde mi última publicación.
Y es que, los comienzos de curso, suelen ser siempre complicados. Entre colocar y reorganizar los espacios del aula, conocer tu nuevo grupo, establecer normas claras y fáciles de comprender y la, tan difícil, adaptación de nuevo al horario, se pasan los días casi en un abrir y cerrar de ojos.
Al iniciar este curso, decidí dar un nuevo aire a mi clase. Aprovechando un desafortunado incidente producido durante las vacaciones de verano, me animé a distribuir los espacios de otra forma y a volver a colocar los materiales en las nuevas zonas.
Es difícil buscar formas para guardar materiales contenidos en la pared cuando hay poco presupuesto. Recordé, que durante mis fantásticos años de experiencia en Ciudad Real, me enseñaron una forma de reutilizar los tetrabriks de leche para colocarlos en la parte posterior de los muebles, en los laterales de los mismos o en cualquier superficie plana (pared o puertas). Así que, para guardar pequeñas cosas recorté las cajas de forma que quedara una lengüeta que se pudiera sujetar. Después, los forré con papel charol o folios de colores. Aproveché que tenía pegatinas de distintos temas y los decoré con ellas. Y, como novedad, decidí forrarlos con plástico para que aguantaran más.
Para guardar los toallitas, uno me resultaba muy pequeño, por lo que probé a unir tres y quedó perfecto. Me resulta muy útil tenerlas a mano cuando vienen del baño y van a tomar el desayuno.
Espero que a vosotros, también os resulte de utilidad.
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