Hace más de un año que no publico ninguna nueva entrada en mi blog, no porque no hayan surgido cosas interesantes durante todo este tiempo, sino más bien por exceso de trabajo que me ha llevado a aparcar este medio durante todo este tiempo, aunque hayan sido muchas las veces en las que hubiera querido retomarlo y compartir, con todos los que en alguna ocasión me leen, mis experiencias en el aula.
Este curso tengo un grupo de alumnos de 3 años. Es difícil volver a comenzar a trabajar hábitos y rutinas con niños pequeños después de terminar con los alumnos de 5 años, cuyo nivel de autonomía es enorme en comparación, pero, aunque los comienzos son duros, una vez pasado el período de adaptación, ya se ven las cosas de otra manera y la ilusión surge como las burbujas de una pastilla efervescente que toma contacto con el agua por primera vez.
En este curso hemos implantado el trabajo por proyectos en el aula. Era algo que al Equipo Docente de Infantil nos había despertado el gusanillo de embarcarnos definitiva y exclusivamente en esta nueva metodología que ya habíamos probado con mucho éxito en cursos anteriores de manera puntual. La motivación que surgía, la ilusión que despertaba unidas a los buenos resultados que obteníamos han sido determinantes para dar el paso definitivo.
Después de trabajar durante casi dos meses conceptos básicos con mi alumnado hace unos días comenzamos el proyecto "El caracol".
La motivación partió de una carta que nos envió el caracol Imanol, en la que nos invitaba a investigar aspectos básicos de la vida de los caracoles y nos dejaba como regalo una caja de caracoles.
Después de realizar los mapas conceptuales del "¿Qué sabemos? y ¿Qué queremos saber?" comenzaron las investigaciones en casa para la posterior exposición oral a los compañeros.
Todavía nos quedan unos cuantos días más de investigación y de compartir descubrimientos con los demás, pero sigue siendo increíble el buen resultado que estamos obteniendo y las ganas de aprender que se están despertando. Sus caras son el reflejo de la ilusión que ha surgido con este tema.
El respeto hacia el mundo animal, el gusto por su cuidado y el valor hacia su necesidad son actitudes que se desarrollan e implantan desde que son pequeños y que se fomentan con este proyecto que estamos llevando a cabo.
El respeto hacia el mundo animal, el gusto por su cuidado y el valor hacia su necesidad son actitudes que se desarrollan e implantan desde que son pequeños y que se fomentan con este proyecto que estamos llevando a cabo.
Así, da gusto.
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